En las últimas semanas hemos asistido a un aumento impune de agresiones antigitanas en toda Europa.
En Vallecas masas de vecinos acosan y exigen castigos colectivos contra familias enteras, una condena popular al destierro que no distingue entre jueces y partes, ni entre culpables e inocentes.
En Ucrania y Bulgaria nuestras primas y primos son perseguidos y linchados sistemáticamente por grupos neofascistas y paramilitares sin que nadie mueva un dedo.
En Roma en estos días grupos neofascistas tomaron y prendieron fuego a los lugares destinados para el re-asentamiento de familias gitanas para impedir la “sustitución étnica” – el mismo argumento supremacista que en la masacre de Nueva Zelanda contra los musulmanes. El Ayuntamiento cedió a la violencia y buscó otra ubicación.
En Francia, el viejo bulo medieval de los gitanos-roba-niños resurgió en forma de montaje de vídeo viral, fake news incontroladas y sin censura, y linchamiento y acoso a poblaciones gitanas.
Nuestras aliadas y compañeros migrantes, nuestras vecinas y vecinos de los barrios populares están dando la cara y se declaran gitanas y gitanos ante los fascistas y sus cómplices. Hoy gritan #JeSuisRrom desde la solidaridad y Gitanas Feministas por la Diversidad se unen a ellas. El 8 de Abril celebraremos nuestro orgullo de ser gitanas con más fuerza que nunca, y lo haremos combatiendo en primera fila el antigitanismo cobarde.